
Hoy, una vez más, celebramos el Día Internacional de la Educación, una ocasión para reflexionar sobre el poder transformador de la educación y su papel fundamental en la vida de los jóvenes, especialmente aquellos que provienen de entornos con pocos recursos. La educación no solo abre puertas a oportunidades laborales, sino que también fomenta valores esenciales como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia. Estos mismos valores son fundamentales en el ámbito deportivo, donde cada esfuerzo cuenta y cada meta alcanzada es un testimonio de compromiso personal.
En un mundo donde más de 260 millones de niños y adolescentes están fuera de la escuela, según datos recientes de la UNESCO, es crucial reconocer que la educación es un derecho humano básico. Para los jóvenes en situaciones desfavorecidas, acceder a una educación de calidad puede ser un desafío monumental.
En los últimos años, la aparición de la Inteligencia Artificial ha abierto nuevas formas de enfrentar estos desafíos. En un día como hoy, debemos prestar atención a las palabras de la Sra. Azoulay, directora general de la UNESCO: “La IA ofrece grandes oportunidades para la educación, siempre que su implementación en las escuelas esté guiada por principios éticos claros. Para alcanzar su máximo potencial, esta tecnología debe complementar las dimensiones humanas y sociales del aprendizaje, en lugar de reemplazarlas. Debe convertirse en una herramienta al servicio de docentes y alumnos, con el objetivo principal de promover su autonomía y bienestar.”
Esta declaración también nos lleva a preguntarnos cómo será accesible la IA y cómo se convertirá en una ‘herramienta’ para todos. Todos debemos coincidir en que, para que la IA sea una herramienta al servicio de los alumnos, primero deben tener la oportunidad de acceder a ella y, segundo, la posibilidad de aprender a utilizarla adecuadamente. Ambos aspectos representan un desafío para las comunidades en situación de precariedad, que pueden tener dificultades para adquirir los dispositivos adecuados o para costear el apoyo necesario para que sus estudiantes puedan beneficiarse de esta tecnología.
Además, utilizar la IA requiere un sólido conocimiento general y la confianza en uno mismo para no sentirse abrumado por su alcance. Organizaciones como ROWE, que apoyan a niños en riesgo de exclusión social, desempeñan un papel clave para garantizar que tengan acceso a una educación sólida y empoderadora, con acceso a recursos tecnológicos. No debemos olvidar que este no es un problema menor; según Eurostat, “en 2023, el 24.8% de los niños menores de 18 años en la UE estaban en riesgo de pobreza o exclusión social”, y al centrarnos en España, las cifras son aún más dramáticas: el porcentaje de niños menores de 18 años en riesgo de pobreza o exclusión social asciende al 34.5%. ¿Cómo tendrán una oportunidad en un mundo cada vez más exigente donde el uso de la IA se convertirá en una necesidad?
Así que, si en un día como hoy, el Día Internacional de la Educación, te preguntas cómo podrías ayudar significativamente a que los niños de entornos desfavorecidos superen todos los desafíos relacionados con la IA, no lo pienses dos veces y apóyanos. Rememos juntos por una educación, ¡haz tu aportación AQUÍ!
#Azoulay #UNESCO
*Véase UNESCO: https://www.unesco.org/en/articles/unesco-dedicates-international-day-education-2025-artificial-intelligence
*Véase EUROSTAT: https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Children_at_risk_of_poverty_or_social_exclusion